Desde 1962, el 31 de agosto de cada año, se celebra en Latinoamérica el Día de la Obstétrica/o. Esta fecha fue elegida durante el «Segundo Congreso Interamericano de Obstétricas» realizado en Perú, donde se acordó celebrar este día en coincidencia con el día de San Ramón Nonato, santo que lleva este nombre por haber sido extraído de las entrañas de su madre muerta y por ello fue consagrado patrono de las obstétricas, parturientas y embarazadas.
Antes, conocidas como matronas o parteras, las obstétricas, en su mayoría mujeres, aunque también algunos varones, desempeñan un papel esencial en actividades de prevención de la enfermedad y promoción de la salud. El obstétrico es un recurso humano adecuado y capacitado que humaniza la atención integral de la embarazada. La importancia de su función es reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el profesional adecuado para la reducción eficaz y sostenible de la mortalidad materna y neonatal.
Esta especialidad se ocupa de acompañar a la mujer durante su embarazo, parto y puerperio. La atención que brinda comprende también aspectos psicológicos y sociales de un período tan especial como es la maternidad, por lo cual la calidad humana de la obstétrica es tan importante como su experiencia profesional. Las consultas periódicas son muy importantes porque además de los controles para evaluar la salud y el desarrollo del embarazo, permiten aprender sobre la llegada del bebé.
La embarazada es un universo vital que reúne en sí misma la trascendencia de la historia. Esto es importante para cada uno en su proyecto de vida y para la sociedad en su conjunto.
El Colegio de Obstétricas de la Provincia de Buenos Aires quiere acompañar a cada mamá brindando un servicio cada vez más integrado en todas las áreas que confluyen para que el camino de la gestación sea transitado en plenitud.