El 19 de octubre se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama con el objetivo de crear conciencia y promover controles, diagnósticos y tratamientos efectivos.
Esta enfermedad es la primera causa de muerte oncológica en mujeres, por eso el desafío principal de los profesionales de la salud es que todas las pacientes tengan acceso al diagnóstico precoz y a un tratamiento oportuno.
Los controles mamarios permiten detectar tumores a tiempo, mejorando el pronóstico y la calidad de vida de las pacientes. En nuestro país, la Sociedad Argentina de Mastología recomienda la mamografía anual desde los 40 años en mujeres sin antecedentes familiares de cáncer de mama, ya que a partir de esta edad empieza a aumentar la incidencia de la enfermedad.
Los números que arrojan las estadísticas son contundentes. El 85% de los tumores se encuentran mediante la mamografía y más del 90% de los casos pueden ser curados si se detectan a tiempo, de allí la importancia de no postergar los controles anuales gineco-mamarios. La prevención puede salvarte la vida, ya que generalmente esta enfermedad es asintomática en sus estadios iniciales y no presenta signos externos identificables a la vista o al tacto.
Por eso, el método del autoexamen mamario es importante para conocer nuestro cuerpo y detectar cambios en las mamas, pero no sustituye el control profesional ni debe ser un factor para aplazar la consulta médica.
La Lic. en Obstetricia Sandra Zapiola, miembro del Colegio de Obstétricas de la Provincia de Buenos Aires, explicó: “Si notás en la mama un cambio de color en la piel o textura, palpás un nódulo o un bulto, o ves que el pezón tiene una secreción líquida, no dudes en consultarlo. Acercate al hospital, un centro de salud o a tu obstétrica de confianza, para que puedan orientarte y determinar qué estudios solicitarte para hacer una derivación oportuna a un especialista”.
