Desde COPBA apoyamos las declaraciones de la Confederación Internacional de Matronas en defensa del trabajo de las parteras.
Una reciente investigación afirma que el Covid-19 ha generado que las madres se sientan más presionadas para amamantar que lo habitual y apunta directamente a los profesionales de la salud.
En relación a esto, la Jefa de Fortalecimiento de Matronas y Asociaciones de la ICM, Ann Yates, se pronunció al respecto y cuestionó los resultados de estos informes que colocan a las parteras como responsables de ejercer presión contra las mujeres para amamantar a sus recién nacidos.
Yates advierte que este tipo de contenido resulta cuestionable ya que oculta la verdadera intención relacionada a la industria de las fórmulas; utilizar el miedo relacionado con el Covid-19 mediante el uso de declaraciones y desinformación sobre la lactancia materna para promocionar sus productos a costa de la salud de las mujeres y sus bebés.
El Colegio de Obstétricas de la Provincia de Buenos Aires comparte el punto de vista de la Confederación Internacional de Matronas (ICM) y resaltan el papel fundamental de las/los profesionales de la salud, y la importancia de su intervención y acompañamiento en el proceso de lactancia entre madre e hijo.
Quienes trabajan en el espacio de la salud materna y neonatal apoyan, protegen y promueven la lactancia al tiempo que defienden el derecho de la mujer a elegir cómo cuida y alimenta a su recién nacido. La mayoría de las madres pueden amamantar, pero los profesionales deben proporcionarles medidas y vías de alimentación alternativas a quienes no pueden hacerlo.
Los beneficios de la leche materna son ampliamente conocidos, y los estudios muestran que tiene el mayor impacto potencial en los bebés en comparación con cualquier otra intervención preventiva. Tal es así, que promover la lactancia en los dos primeros años de vida podría evitar casi el 14% de todas las muertes de niños menores de dos años.
Fuente: International Confederation of Midwives
