El impacto de la crisis climática en la salud materna y neonatal: Rol de la Matronería

Compartimos este artículo de interés para profesionales de la salud publicado en el sitio web del Departamento Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile denominado «El impacto de la crisis climática en la salud materna y neonatal: Rol de la Matronería».

 

Prof. Asistente Macarena Martínez Órdenes
PhD (c) Salud Pública, MPH, Departamento Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido de la Universidad de Chile

Dr. Bremen De Mucio 
Asesor Regional en Salud Materna de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS). Oficial técnico del Centro Colaborador para el desarrollo de la Partería en Latinoamérica y el Caribe de la Universidad de Chile

Editorial

La crisis climática representa una de las mayores amenazas para la salud global en el siglo XXI, afectando el bienestar materno, fetal, neonatal y el de las familias. La región de las Américas tiene desafíos adicionales principalmente relacionados con una mayor frecuencia de eventos extremos atribuidos al cambio climático (terremotos, huracanes, inundaciones, olas de calor, incendios forestales, etc), y una menor capacidad de respuesta de los sistemas de salud comprometiendo el acceso a servicios esenciales (OPS, 2022).

La Organización Panamericana de la Salud subraya la necesidad de sistemas de salud resilientes y de un enfoque equitativo para proteger a las poblaciones más vulnerables. La situación actual exige acción urgente por parte de los sistemas de salud y sus integrantes, combinando estrategias de mitigación y adaptación para resguardar el bienestar de las personas gestantes y sus familias.

Esta edición del boletín tiene como objetivo describir y los efectos adversos de la crisis climática sobre la salud materna y neonatal, enfocándose en los desafíos que enfrentan las personas gestantes y sus recién nacidos relacionándose con el rol de la partería profesional.

Impactos de la crisis climática en la salud materna y neonatal

La crisis climática no solo representa una amenaza ambiental, sino también un desafío crítico para la salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año millones de personas sufren impactos adversos relacionados con la crisis climática, afectando especialmente a las poblaciones más vulnerables. Entre estos grupos  se encuentran las mujeres y personas gestantes junto con sus recién nacidos, quienes enfrentan mayores dificultades debido a las adaptaciones fisiológicas y las necesidades específicas que requieren la continuidad de su atención. Si bien esta crisis, no es la única que vive la humanidad, es indudablemente una de las más complejas ya que sus impactos nos afectan directa e indirectamente.

De los impactos directos, es necesario considerar que el aumento en la frecuencia e intensidad de los fenómenos extremos compromete el acceso a servicios prenatales rutinarios, como por ejemplo la atención prenatal, y obstétricos de emergencia, potenciando estas dificultades en los sectores rurales. Diversos estudios han mostrado que luego de estos eventos aumentan significativamente la tasa de partos prematuros, la mortalidad intrauterina y las pérdidas reproductivas, que se asocian al aumento del estrés y a la falta de oportunidad para asistir a centros de salud (Welton et al., 2020Cil & Cameron, 2017).

En el caso específico de las olas de calor, algunas investigaciones han identificado riesgos significativos para las gestantes. Por ejemplo, las temperaturas por sobre los 35°C durante el tercer trimestre se han asociado al aumento de partos de pretérmino. Además, el estrés térmico y la deshidratación actúan como un mecanismo que reduce el flujo sanguíneo uteroplacentario, por ello el riesgo aumentado de preeclampsia (Bekkar et al., 2020). Estos efectos pueden ser aún más pronunciados en aquellas comunidades que no cuentan con los medios para adoptar medidas como por ejemplo el uso de aire acondicionado, así como también pueden existir diferencias por trimestre en relación a los efectos de la exposición.

Según un estudio publicado en 2024 en Midwifery, las matronas se han ido concientizando respecto a los efectos del cambio climático en la salud materno-infantil, lo que demuestra el creciente interés de este grupo profesional por abordar la crisis climática desde sus ámbitos de acción.

Problemas agravados por la crisis climática

La crisis climática exacerba problemas existentes como la inseguridad alimentaria. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reporta que las sequías prolongadas en Latinoamérica han reducido sustancialmente la disponibilidad de alimentos con mejores contenidos nutricionales. Particularmente preocupante es el aumento en la prevalencia de anemia en mujeres y personas gestantes de la región. Adicionalmente, las enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue y la malaria, están expandiéndose a nuevas regiones, aumentando el riesgo de contagio para toda la población, pero siendo especialmente peligrosas para las personas gestantes y los recién nacidos (Oberlin & Wylie, 2023).Como se mencionó en un inicio, el llamado es a mitigar, adaptar y responder de forma adecuada frente a emergencias y desastres relacionados con los fenómenos extremos del cambio climático.

Mitigación y adaptación: El rol de la partería

La OMS refuerza la mitigación abogando por la reducción de emisiones de carbono en los sistemas de salud mediante el uso de energías renovables y la adopción de prácticas sostenibles. En este contexto, la partería juega un papel fundamental. El Día Internacional de la Matrona 2024, celebrado por la Confederación Internacional de Matronas (ICM), destacó a las matronas como parte de la solución climática vital, subrayando que una aproximación que reduzca las intervenciones innecesarias podría ayudar a disminuir la huella de carbono de los servicios de salud. Desde los mismos servicios de partería se han liderado iniciativas para el manejo de residuos y la reducción de plásticos de un único uso (Vasilevski et al., 2023).

En cuanto a la adaptación, es necesario construir un sistema de salud que pueda responder a emergencias climáticas. Un sistema competente se basa en la capacitación del personal sanitario para el manejo de patologías asociadas a eventos climáticos extremos, desde la formación profesional hasta la actualización y capacitación de grupos ya consolidados. También se hace necesario identificar las vulnerabilidades de los lugares donde se emplazan los centros de atención y colaborar en la elaboración de planes preventivos locales que aborden la gestión de riesgos.  Como señala O’Connell et al. (2024), en su declaración respecto al fortalecimiento de la partería en respuesta al cambio climático global para proteger la salud materna y neonatal, “Las parteras pueden hacer contribuciones fundamentales trabajando juntas como socias a medida que el cambio climático, como se plantea en la agenda de la COP28”, esto porque al fortalecer el conocimiento de las matronas sobre las prácticas clínicas que emiten mayor contaminación podría ayudar a promover las estrategias de mitigación y adaptación. Otro de los aspectos positivos que destaca O’Connell es que la práctica de partería profesional que utiliza las intervenciones necesarias ayuda a reducir las emisiones de los recintos de salud a los que se encuentran asociadas.

Esta crisis no afecta a todos y todas por igual. Desde el enfoque de los determinantes sociales, quienes viven en áreas rurales, son racializados, viven en comunidades indígenas, son mujeres y migrantes, serán más afectados por los impactos directos e indirectos de esta crisis.

Conclusión

El impacto de la crisis climática en la salud materna y neonatal exige atención inmediata. La OMS y la OPS destacan la necesidad de acciones integradas que combinen mitigación, adaptación y equidad para proteger a las mujeres, personas gestantes y los recién nacidos. Solo con esfuerzos multisectoriales y un enfoque inclusivo será posible mitigar los efectos del cambio climático en esta población vulnerable. Los sistemas de salud en las Américas, en particular la partería profesional, están llamados a liderar este cambio, siendo resilientes y sostenibles.

Recursos adicionales

Fuente: Departamento Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile

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