El consumo de drogas trae consecuencias a corto y largo plazo, más aún, en mujeres gestantes y a lactantes; riesgo de aborto, bajo peso al nacer o el síndrome de abstinencia en el recién nacido, son algunos de los efectos de las sustancias; pero puede haber más.
El uso y consumo de drogas ilícitas durante el período de gestación aumenta el riesgo de malformaciones congénitas y otros efectos en el bebé, como así también, provoca mayores tasas de prematurez y de inmadurez fetal y complicaciones obstétricas. En el recién nacido, puede provocar baja respuesta a estímulos, irritabilidad y trastornos del sueño en los días inmediatos al nacimiento, que parecen asociarse a un cuadro de abstinencia.
En este sentido, se debe destacar que los bebés pueden sufrir del Síndrome de Abstinencia Neonatal (SAN), un “diagnóstico clínico, y una consecuencia de la interrupción brusca de la exposición fetal crónica a sustancias que fueron utilizadas o abusadas por la madre durante el embarazo” señala la Lic. Obstétrica Margarita Vilar presidente del Distrito V del Colegio de Obstétricas de la Provincia de Buenos Aires, quien agrega que “el SAN es un trastorno multisistémico generalizado, que involucra al sistema nervioso central y autónomo, así como al tracto gastrointestinal”.
Asimismo son conocidas las ventajas de la lactancia materna como medio de nutrición óptima para el recién nacido, ya que ofrece beneficios nutricionales, inmunológicos y psicológicos sin costos adicionales, y reduce los riesgos de infecciones y de ciertas condiciones de salud crónicas en la vida posterior. Las madres también tienen beneficios significativos para su salud, como la reducción de la incidencia de cáncer de mama y de ovario, y la disminución de la respuesta al estrés indicando una mejor regulación autonómica.
“La lactancia puede ser un beneficio destacado para las mujeres dependientes a drogas, ya que el estrés puede ser un factor importante en el desarrollo de recaídas. El estímulo de la lactancia materna también mejora el vínculo materno-infantil, siendo ésta, especialmente importante en las mujeres que pueden albergar culpa por su uso prenatal de drogas y falta de confianza en sí mismas para las habilidades de cuidados” refuerza la Licenciada. Cabe señalar que hay algunas pruebas de que la leche materna puede mejorar la incidencia o gravedad del síndrome de abstinencia neonatal en madres dependientes a sustancias.
A pesar de estos beneficios significativos y específicos de la leche materna y la lactancia, para la díada madre-hijo, cuando se tiene conocimiento que la madre se encuentra dentro de la población de riesgo en el consumo, debe ser necesaria una discusión sobre la relación riesgo/beneficio de la lactancia y algunos factores deben ser considerados, siendo en ciertos casos no aconsejable la lactancia.
El rol profesional
“Las adicciones son una problemática actual que va en aumento en la población que asiste a un control prenatal. Es muy importante realizar una entrevista inicial donde la embarazada pueda decir si tiene una adicción o no, y allí con la observación de las aptitudes y sus antecedentes tenemos que estar muy entrenadas para captar a esas mujeres”, resume la Lic. en Obstetricia Margarita Vilar.
Es así que resalta la importancia del rol de las obstétricas como “nexo entre el sistema de salud y las mujeres en edad fértil”, ya que su función profesional va mucho más allá del acompañamiento del desarrollo de su vida sexual y reproductiva. “Nuestras aptitudes y capacitación para derivar casos que requieran mayor complejidad a otros niveles de atención son claves, para poder acercar, tratar y retener a las pacientes en un sistema de salud, que muchas veces impone barreras difíciles de sortear” enfatiza Vilar.
En relación al primer encuentro, la Obstétrica resalta la necesidad de generar una entrevista amplia y amable, “creando un ámbito cordial, donde la embarazada pueda explayarse tranquila, y detectado el problema, tener una articulación con los servicios de Salud Mental y Clínica Médica para su interconsulta”. Muchos servicios de salud ofrecen talleres de prevención en estos temas, el abordaje debe ser integral e interdisciplinario para obtener buenos resultados, considerándose un grave problema de salud pública. “Las/os profesionales obstétricas y de la salud deben capacitarse en estas temáticas para lograr una atención de calidad”, resume la Obstétrica Vilar.