El 2024 cerró con otro logro para la comunidad de obstétricas: la Licenciada en Obstetricia Marianela Castro (UBA) fue designada como Directora Asociada del Hospital “Magdalena V. de Martínez”, marcando un hito en la jerarquización de la profesión.
Desde el Colegio de Obstétricas de la Provincia de Buenos Aires (COPBA) nos comunicamos con la matriculada del Distrito V para conocer sus sensaciones en este momento tan trascendental en su carrera. “Es una alegría enorme. Una construcción de muchos años de trabajo para jerarquizar el rol de las obstétricas”, expresó emocionada.
Un camino de crecimiento y compromiso
Tras años de dedicación a la obstetricia, la pandemia abrió para Castro nuevas oportunidades profesionales. Su labor en las campañas de vacunación la llevó a formarse en gestión y explorar nuevos espacios dentro del sistema de salud. “La pandemia fue un salto hacia algo más amplio, siempre teniendo como norte la profesión. Eso me llevó a capacitarme, formarme, y tomar el cargo de coordinadora de obstétricas. Desde allí con el equipo realizamos un trabajo interdisciplinario y rediseñamos todo el servicio, trabajando fuertemente en lactancia y salud sexual”, comentó.
Desafíos y reivindicación de la profesión
Al asumir su nuevo rol, la flamante directora del hospital de agudos reconoce que, si bien no enfrentó grandes obstáculos por su condición de mujer, sí tuvo que derribar prejuicios sobre su profesión. “No falta el comentario de ‘sos obstétrica, no sos médica en un cargo directivo’. Pero se trata de construir colectivamente estas cuestiones. Es difícil, pero hay que aprender a acomodarse, a transitarlo y a superar un montón de aspectos”, afirmó.
En diálogo con el COPBA, Castro compartió los ejes de su gestión, alineados con las directrices del Ministerio de Salud de la Provincia: “Las directivas hacia el equipo están relacionadas con construir garantías de derecho, tanto de las infancias, de las adolescencias, mujeres, personas gestantes, ancianos, todos los grupos más vulnerables”. Además, subrayó la importancia de la perspectiva de género en su trabajo. “Desde que soy alumna tengo esa impronta”, destacó.
Una visión colectiva para el futuro
La licenciada también reflexionó sobre los desafíos y responsabilidades que implica su cargo. “El mayor desafío es construir en las diferencias. Poder generar algo bueno más allá de los pensamientos o recorridos individuales. Es decir, construir para el bienestar de la población, por sobre la formación individual de cada uno. El equipo de salud lo integran múltiples áreas; amalgamar todo eso implica una gran responsabilidad”, explicó.
Asimismo, reconoció la evolución de la profesión y la necesidad de adaptarse a los cambios. “Nuestra profesión viene en camino de jerarquización y hay que saber adaptarse. Justo yo viví una etapa de transición en nuestra profesión. Cuando empecé todavía había algunas parteras empíricas, y también había residentes. Me parece que hay que ser respetuoso de la experiencia de las más grandes, pero también de todo lo que pueden aportar las nuevas profesionales, cada una con sus diferentes miradas y perspectivas”.
Finalmente, con gran emoción, concluyó: “Esta designación es un logro de todas”.
