FIGO toma posición sobre la vacunación por COVID-19 para mujeres embarazadas y lactantes

La Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia considera que no hay riesgos, reales o teóricos, que superen los beneficios potenciales de la vacunación para las mujeres embarazadas o lactantes, y hace un llamado a los profesionales de la atención médica a apoyar a estas mujeres a tomar una decisión informada con respecto a la vacunación contra el COVID-19 en consulta con su obstetra y Licenciadas/os en Obstetricia.  

Las consideraciones importantes al ofrecer la vacuna deben incluir:

  • nivel de actividad del virus en la comunidad local
  • eficacia potencial de la vacuna
  • falta de datos de seguridad específicos para su uso en el embarazo
  • riesgo y gravedad potencial de la enfermedad materna, incluidos los posibles efectos de la enfermedad en el feto (parto prematuro) y el recién nacido
  • momento de la vacunación durante el embarazo.

El asesoramiento también debe abordar los efectos secundarios esperados que se consideran una parte normal de la reacción del cuerpo a la vacuna.

Las mujeres deben estar particularmente seguras de que las vacunas existentes contra la COVID-19 no son vacunas de virus vivos y que las vacunas de ARNm no causan ningún cambio genético, ya que no alteran el ADN humano.



Seguir un enfoque basado en el riesgo puede poner a las mujeres embarazadas en desventaja

Es importante destacar que seguir un enfoque basado en el riesgo – por el que la vacunación se restringe a las mujeres embarazadas con alto riesgo de exposición al SARS-CoV-2 (por ejemplo, trabajadores de la salud) o con comorbilidades (por ejemplo, diabetes y cardiopatías) – podría poner en desventaja a las mujeres embarazadas, que por definición se consideran con mayor riesgo de padecer la enfermedad grave de COVID-19,11 debido al acceso limitado a la vacuna.

 

Administración de vacunas en mujeres embarazadas

Actualmente no hay preferencia por el uso de una vacuna COVID-19 en particular, pero se debe aconsejar a las mujeres embarazadas que acepten vacunarse que completen su serie de dos dosis (cuando corresponda) con el mismo producto de vacuna.

Es aconsejable que se administre una serie de vacunas contra el COVID-19 sin ninguna otra vacuna. En caso de necesitarla, debe aplazarse durante 14 días a partir de la administración de las vacunas contra la COVID-19. Tal es el caso de la vacuna contra la influenza, que se recomienda aplicarla durante el embarazo.

Las mujeres que rechazan la vacunación contra covid-19 deben recibir apoyo en su decisión y deben actualizarse con nueva evidencia cuando esté disponible.

Por el momento, no se recomiendan pruebas de rutina para el embarazo antes de la vacunación contra el COVID-19. Y quienes estén intentando quedar embarazadas tampoco necesitan posponer el embarazo después de recibir una vacuna COVID-19.

 

-Administración de vacunas para mujeres lactantes

La lactancia materna confiere muchos beneficios para la salud a la madre y al recién nacido. Se cree que las vacunas contra la COVID-19 representan un riesgo potencial mínimo o nulo para el recién nacido a través de la leche materna. Sobre la base de las vacunas administradas previamente, existe la posibilidad de un beneficio neonatal directo si la inmunoglobulina A estimulada por la vacuna demuestra pasar a través de la leche materna. Por lo tanto, para las mujeres que amamantan, se puede ofrecer la vacuna COVID-19 si la madre cumple con los criterios basados en grupos de priorización, como un proveedor de atención médica que amamanta.

A medida que se disponga de datos adicionales de ensayos clínicos y mujeres embarazadas vacunadas, será imperativo que los obstetras se mantengan al día con esa información. 

 

Fuente: Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia. 

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