Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el período comprendido entre enero de 2020 y mayo de 2021 podrían haber muerto entre 80000 y 180000 trabajadores de la salud y personal sanitario de no contar con la vacunación adecuada.
Según los datos recabados hasta septiembre de 2021, de 119 países, en promedio, dos de cada cinco trabajadores de la salud completamente vacunados. Menos de 1 de cada 10 se ha vacunado completamente en las regiones de África y el Pacífico Occidental, mientras que en los países de mayor poder adquisitivo, informaron que más del 80% de su personal está completamente vacunado. Esta disparidad se debe en gran medida a la distribución desigual de la vacunación entre países ricos y pobres.
La Confederación Internacional de Matronas recomienda a las parteras que reciban la vacuna Covid-19 como la mejor manera de protegerse a sí mismas y a las mujeres, los recién nacidos y las comunidades que cuidan. Para ello apelan a la responsabilidad profesional que se tiene como trabajadores de la salud, tal es el caso de la utilización de medidas de prevención y control, como el uso de EPP.
Las matronas y asistentes de maternidad tienen más probabilidades que otros profesionales sanitarios y sociales de quedar expuestas a personas no vacunadas, puesto que cuidan a la población más joven y a mujeres embarazadas, los dos grupos con menor tasa de vacunación. Las matronas pueden ayudar a protegerse a sí mismas, a las mujeres y los bebés a los que atienden, y a la comunidad en general, vacunándose completamente contra el COVID-19.