Desde el Colegio de Obstétricas de la Provincia de Buenos Aires, compartimos, acompañamos y hacemos llegar el comunicado de la Confederación Internacional de Matronas:
LLAMADO URGENTE PARA QUE LOS GOBIERNOS PROPORCIONEN EQUIPO DE PROTECCION PERSONAL PARA LAS PARTERAS
Los gobiernos de todo el mundo son responsables de proporcionar equipos de protección personal (EPP) para sus profesionales de la salud, pero en muchos casos no tienen en cuenta a las obstétricas, enviando una señal de que las parteras no son valoradas a pesar del cuidado esencial que proporcionan a madres y recién nacidos. Este problema se agrava, en algunos países, por las desigualdades de género, donde solo los médicos reciben EPP y la fuerza de trabajo en gran parte femenina de parteras y enfermeras parecen ser invisibles y no tenidas en cuenta. Las muertes de parteras y enfermeras a menudo no son comunicadas por los medios de comunicación, pero las parteras en los países más afectados por Covid-19 están muriendo porque contrajeron el virus mientras realizaban su trabajo habitual. En muchos casos, son jóvenes, sin antecedentes médicos, con hijos y familias que cuidar. Sus muertes son el resultado directo del olvido de los gobiernos en la provisión de EPP a las parteras.
La Confederación Internacional de Matronas, en solidaridad con sus 143 asociaciones miembros de 124 países, hace un llamamiento para el cese inmediato de este comportamiento inaceptable.
Las matronas, parteras, obstétricas son trabajadoras sanitarias de primera línea. El coronavirus está barriendo el mundo, pero las mujeres siguen estando embarazadas y todavía nacen bebés. Las matronas trabajan en hogares, en clínicas comunitarias, en unidades primarias de parto y en hospitales; son las principales cuidadoras de mujeres embarazadas en todas partes. Pero si las parteras están enfermas y mueren en un sistema de salud sobrecargado por Covid-19, no estarán disponibles para atender a mujeres embarazadas y sus familias. El parto es una parte normal de la vida y no se detiene debido a una pandemia.
El EPP, junto con las prácticas de higiene adecuadas, es la mejor manera de proteger a las parteras que interactúa con madres y familias pueden estar infectadas por el virus. Las parteras, como todos los demás trabajadores de salud de primera línea, merecen condiciones de trabajo seguras y respeto por el trabajo que realizan para brindar atención esencial a madres y bebés, a pesar del riego personal que esto presenta. La falta de acceso a EPP pone en peligro no sólo a las parteras sino a las madres y bebés que cuidan. Los gobiernos deben intensificar y cumplir con sus obligaciones con las profesionales en igualdad de condiciones para todos los demás trabajadores de salud de primera línea.
Comparta este mensaje y etiquete a su gobierno respectivo (en todas las redes sociales canales) si cree que las parteras deberían tener las mismas medidas de protección que sus homólogos médicos.
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