Mientras el número de partos asciende, el trabajo de las Lic. en Obstetricia llega al límite de lo posible. Hospitales saturados, atención desbordada y problemas de salud derivados de la falta de control prenatal, son algunas de las consecuencias de un sistema de salud materno – infantil que no da abasto.
Cada año nacen en la provincia de Buenos Aires miles de niños. Muchos de ellos en Hospitales Públicos del territorio provincial. Sin embargo, no todas las madres logran acceder a un control prenatal adecuado y las consecuencias se evidencian al momento de dar a luz a sus hijos.
Si bien existen múltiples factores que dan origen a esta situación, entre los que se encuentran cuestiones económicas y muchas veces culturales, también existe una realidad dentro de los servicios de atención de salud: no existen suficientes profesionales para dar respuesta a la demanda.
Este déficit va en aumento en la medida en que los servicios públicos de salud no convocan a profesionales para aumentar los planteles de atención materno- infantil.
Actualmente existen en el país, 3500 Licenciadas en Obstetricia, más del 60% se encuentran matriculadas en el Colegio de Obstétricas de la Provincia de Buenos Aires, que claramente lidera a nivel nacional.
Del total de Hospitales de la provincia, existen 169 que cuentan con servicio de maternidad. En el 20% de éstos, se realiza un promedio anual de más de 2000 partos. A esto habría que sumar el trabajo obstétrico de control prenatal de todas esas madres y la tarea que se realiza por fuera de estas instituciones, en los 2090 centros de atención primaria.
Ya en 2007 se realizó un trabajo conjunto de las entidades obstétricas más representativas del país con el objetivo de redactar un proyecto de ley que reconozca los alcances otorgados actualmente por los Títulos universitarios. Este trabajo, titulado “Análisis situacional de la profesión obstétrica en argentina”, dejó en evidencia que el escaso número existente de profesionales obstétricas universitarias, no alcanza para cubrir las áreas más alejadas del territorio donde se ocasionan el mayor número de las muertes y accidentes del embarazo y parto. Incluso, se ha demostrado que muchas de nuestras jurisdicciones ni siquiera pueden cubrir esas necesidades con médicos pero tampoco generan posibilidades de formar otro recurso.
La Lic. Alicia Cillo, Presidente del Consejo Superior del Colegio de Obstétricas de la provincia de Buenos Aires, señala que “aproximadamente existen en el país un total de 3500 Obstétricas matriculadas de las cuales 2.363 se encuentran en actividad en el sector público; por tanto se necesitarían para cubrir sólo sector público (hospitales y Centros de Atención Primaria – Caps) unas 8150 obstétricas”, y agrega: “Actualmente, la Provincia de Bs. As., cuenta con un número de 2200 obstétricas matriculadas en el COPBA y no alcanzan para cubrir las necesidades de la población. Necesitamos más parteras, para salvar más vidas”.
Si bien aún no hay datos 2014 sobre cantidad de partos en Hospitales públicos, podemos tomar de ejemplo las cifras 2013 para ilustrar esta situación. En ese año se realizaron en total 136.800 partos. Solo en el Hospital “Mi Pueblo” de Florencio Varela se realizaron 5000, en el Materno Infantil de Mar del Plata alrededor de 4300 y cerca de 4000 partos en el Hospital Municipal de Pilar.
Sin medir las consecuencias
El déficit en la cantidad de Obstétricas en el sistema público de salud es una variable rápidamente traducible en consecuencias no deseadas. La gran demanda no se condice con las Lic. en Obstetricia incluidas en el sistema de atención de la provincia de Buenos Aires.
Es sumamente necesario que el estado provincial tome conciencia de la importancia de la tarea de traer al mundo a sus futuros ciudadanos. Es nada más y nada menos que eso, brindar herramientas para un embarazado deseado y un parto saludable. Está comprobado que invertir en la formación de obstétricas puede generar una rentabilidad 16 veces mayor de la inversión, en términos de vidas salvadas y costos en cesáreas evitables, además de liberar a los médicos, enfermeras, y a otros cuadros de salud para que se centren en otras necesidades, lo que permite a las obstétricas, centrarse en eliminar las muertes evitables maternas y del recién nacido.
Desde el Colegio de Obstétricas de la provincia de Buenos Aires, su Presidente Lic. Alicia Cillo recuerda que “según las estadísticas de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud, existen en el país 1.2 obstétricas en actividad cada 10.000 habitantes. Este número insuficiente de Obstétricas universitarias o Licenciadas en Obstetricia que cursan sus estudios en carreras de cuatro a cinco años, con materias específicas del área obstétrica, neonatal y provenientes de las ciencias sociales, les permite una visión integral de la mujer embarazada, su pareja, su familia y su entorno. Esa visión integral se completa con la posibilidad de realizar un perfecto diagnóstico de cualquier patología que la vulnerabilidad del embarazo pudiera ocasionar. Es decir, hoy, la obstétrica universitaria es el guardián indiscutible no sólo de los procesos de Embarazo; Trabajo de Parto; Parto; Puerperio y el cuidado del Recién Nacido Normal; también cumple funciones de promoción, prevención, recuperación y rehabilitación de la salud sexual y reproductiva de la mujer, en todos los niveles de atención, dentro de los limites de competencia que derivan de los alcances otorgados en el título obtenido” asegura la Lic. Cillo.