La lactancia es fundamental durante todo el año ya que proporciona un aporte nutricional, inmunológico y emocional al bebé. Pero en verano cobra especial importancia, ya que, por las altas temperaturas el bebé necesita ser hidratado de forma constante.
Como en los adultos, durante este período estacional, la sed en el menor aumenta y la libre demanda de leche cobra un sentido esencial. Afortunadamente los bebés menores de 6 meses no necesitan más que leche materna para cubrir sus necesidades de hidratación, ya que se estima que la misma está compuesta en un 87% de agua.
Además de aportar las sales que pierde a través de la transpiración, consumirla disminuye la probabilidad de deshidratación, diarrea, gastroenteritis, vómitos, incluso enfermedades respiratorias.
Recomendaciones para sobrellevar la lactancia durante la época de verano:
Para amamantar:
- Tener siempre a mano agua para mantenerse hidratada.
- Usar ropa liviana y elegir lugares ventilados y frescos para dar el pecho.
Bebés menores a 6 meses con lactancia exclusiva:
- Sólo necesitan leche materna para hidratarse.
- No ofrecer agua, jugos o infusiones.
- Los días de mucho calor ofrecer el pecho con más frecuencia.
- Al momento de dar el pecho, evitar la exposición directa al sol.
Bebés mayores a 6 meses:
- Ofrecer el pecho con mayor frecuencia y además agua segura durante todo el día.
- Se pueden ofrecer jugos naturales (sin azúcar ni edulcorantes) según indicación pediátrica.
- Los heladitos de leche materna son una buena opción refrescante.
- Optar por lugares frescos y ventilados, evitando la exposición directa al sol.
- Para vestir al bebé, elegir ropa liviana preferentemente de algodón y de colores claros.
- No permanecer junto al bebé en un vehículo cerrado y estacionado.
Ahora sí, siguiendo los consejos de las especialistas del COPBA ¡podés disfrutar de este momento único con tu hijo/a!
