Del 21 al 27 de septiembre tiene lugar la Semana de la Prevención del Embarazo Adolescente que nos invita a analizar la situación
Según los últimos datos disponibles de las Estadísticas Vitales 2013 del Ministerio de Salud de la Nación, el 15,5% del total de nacimientos corresponden a madres menores de 20 años. En la provincia de Buenos Aires los porcentajes son levemente menores: la proporción de madres adolescentes se mantiene en 13,5 % desde el 2013 y las madres menores de 15 años muestran una tasa de mortalidad infantil de 13,5% notando un descenso respecto del 2012 (15,80%). Aunque se redujo la brecha con respecto a años anteriores, el riesgo relativo sigue siendo muy importante. Si analizamos este dato por nivel de instrucción, notamos que la tasa es 18 veces superior en hijos de mujeres sin instrucción que en aquellas que completaron el nivel universitario o terciario; y si lo llevamos a una proyección geográfica, se acreciente notoriamente en el 2 y 3 cordón del conurbano.
Por su parte, la Encuesta Nacional de Salud Sexual realizada en 2013 dice que el 20% de las adolescentes entre 15 a 19 años, que son sexualmente activas, no usan métodos anticonceptivos o si los utilizan lo hacen con irregularidad y en su mayoría sin previa consulta, ni supervisión de un profesional.
Las razones de este fenómeno son variadas, dado que el adolescente se encuentra en un proceso donde hay cambios y transformaciones desde lo biológico, psicológico y social, por lo cual, es una etapa conflictiva. Cada sujeto recorrerá esa etapa, según características propias, familia y grupo al que pertenece.
“Los censos y estadísticas no aportan datos del sector social al que pertenecen, pero en la práctica encontramos que la mayoría de los embarazos adolescentes, se concentran en sectores sociales de menores recursos, mostrando dificultades en acceder a un buen nivel de instrucción y a los cuidados de la salud”, indica Sandra Souza, Lic. en Obstetricia. De hecho el 2,9 % de las madres bonaerenses tienen bajo nivel de escolaridad, ya que no tuvieron instrucción o no alcanzaron a completar la escuela primaria, mientras que otro 24,8 % sólo completaron este nivel.
La información como prevención
Es muy importante ofrecer información y servicios de calidad para la salud sexual y reproductiva. Según el estudio del Ministerio de Salud de la Prov. de Buenos Aires, aquellas madres con primaria incompleta representan el 9,4%. Mientras que el índice de las madres sin instrucción alcanza el 21,4%. “Más allá de que la información es importante, más aún lo es la educación. Podemos decir en términos generales que aquellas adolescentes que no son madres, en su mayoría viven con sus padres, estudian y no trabajan.
Aquellas que si son madres, en su mayoría pertenecen a sectores sociales de bajos recursos, son altamente vulnerables, muchas en situación de violencia, no escolarizadas, con dificultades a una adecuada atención de su salud”, indica Souza valiéndose de sus muchos años de trayectoria en atención de adolescentes en hospitales públicos bonaerenses.
Por último es necesario mencionar que la atención de la adolescente embarazada debe ser desde un abordaje integral e interdisciplinario, dando cuenta de las características particulares de su condición.
*%sobre total de nacimientos