De colaboradoras/es a profesionales autónomos

El rol de las/os licenciadas/os en obstetricia como profesionales de la salud se ha ampliado. De meras colaboradoras pasaron a conforman el equipo multidisciplinario en la atención a la mujer en todas las etapas de su vida, y son profesionales formados y capacitados en la Universidad que tienen los conocimientos necesarios para la atención integral de la mujer.

De Comadronas a Parteras, de Parteras a Obstétricas; y de Obstétricas a Licenciadas/os en Obstetricia”, fue el desarrollo del título profesional. “En Argentina, al igual que en otros países, el proceso de “profesionalización” de las parteras fue contemporáneo a la creación de las instituciones educativas de medicina y al afianzamiento de las corporaciones médicas”, explica la Licenciada en Obstetricia Alicia Cillo, representante del Consejo Superior del Colegio de Obstétricas de la Provincia de Buenos Aires.

La figura de la partera es muy antigua en la historia, surgió de la experiencia de “estar con la mujer” en el parto, acto de cuidado y compañía. Actualmente para ejercer la partería se debe cursar la Carrera Licenciatura en Obstetricia en una Universidad. El camino de la formación comenzó en 1821 en Argentina, cuando Bernardino Rivadavia fundó la Universidad de Buenos Aires y estableció un departamento de Medicina, y por decreto, estableció que para ejercer la profesión de partera era necesario acreditar título oficial, con lo cual las mujeres que ejercían esta práctica debían concurrir a la “Escuela de Partos”, considerándose el inicio de la Escuela de Obstetricia en la Argentina. La segunda escuela fue fundada en la Universidad de Córdoba en 1884.

En la Provincia de Buenos Aires, el ejercicio de la actividad de las/os profesionales obstétricas/os se encuentra reglamentado hace 22 años por la Ley 11.745 de Colegiación Obstétrica, modificada en 2015 por la Ley N° 14.802. Según la nueva reglamentación se considera ejercicio profesional “a las funciones de promoción, prevención, recuperación y rehabilitación de la salud sexual y reproductiva de la mujer, en todos los niveles de atención, dentro de los límites de competencia que derivan de los alcances otorgados en el título obtenido, así como la docencia, la investigación, el asesoramiento, administración de servicios y la participación en el campo de pericias devenidas en el ámbito médico legal”.

La Lic. Cillo expresa que “las responsabilidades que tradicionalmente competían a las Obstétricas/os se han ampliado; su campo de acción, abarca no sólo el control del embarazo y la atención del parto y del post-parto, sino también, la salud sexual y reproductiva de las mujeres en todas las etapas de su vida: adolescente, adulta y menopáusica. También abarca otros temas como la planificación familiar, la detección precoz de Cáncer génito-mamario, atención y consejería de la mujer menopáusica, prescripción de Vacunas y fármacos enmarcados en el Vademécum Obstétrico, que tiene en cuenta el perfil profesional basado en la Prevención y Promoción de la Salud Materno Infantil, entre otras”.

Hoy, la formación del profesional obstétrico requiere de las ciencias clínicas, de la sociología, la antropología, la psicología, la salud pública y epidemiología, entre otras, es decir, de una formación integral. En este sentido, la Confederación Internacional de Matronas, entidad a la que el Colegio es miembro, señala que las Obstétricas deben tener ciertas competencias mínimas, y destaca que, obtienen los conocimientos y las habilidades para brindar un cuidado adecuado de las mujeres, recién nacidos y familias en el período reproductivo, “proporcionan una educación para la salud de alta calidad, y servicios a toda la comunidad para promover una vida familiar saludable, embarazos planificados y una maternidad/paternidad positiva”. Además, “brindan un cuidado prenatal y optimizando así, la salud durante el embarazo y el parto”.

En síntesis, “las obstétricas/os proporcionan a la mujer y al recién nacido, desde el nacimiento hasta la edad de dos meses, cuidados integrales y de alta calidad”. La Lic. Cillo resume“nuestro rol evolucionó hasta llegar a ser lo que es hoy, una profesión “autónoma”, reconocida y respetada a nivel internacional”.

Desde el Consejo Superior del Colegio de Obstétricas de la Provincia de Buenos Aires se pretende concientizar, sobre la importancia de, previo a iniciar la carrera, consultar los planes de estudio de las distintas Universidades, y verificar si los Alcances que otorgan los respectivos títulos, se condicen con los Alcances enmarcados y exigidos actualmente en la Ley de Colegiación; y, además, informan que desde el Sitio Institucional (copba-cs.org.ar) se podrá verificar el listado de Profesionales Habilitadas/os para ejercer en Provincia de Buenos Aires.

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