La ONU reivindica el papel clave de las matronas para reducir la mortandad en el parto

El Fondo de Población de la Naciones Unidas (UNFPA) ha reivindicado el papel clave de las matronas para reducir la mortandad durante el parto, tras indicar que en 2013 fallecieron durante el mismo unas 289.000 mujeres y 2,9 millones de bebés.

El informe presentado en Praga durante el 30 Congreso Trienal de la Confederación Internacional de Matronas (ICM), analizó 73 países de desarrollo escaso o medio; a diferencia del estudio pionero que lanzó la agencia de la ONU en 2011, que se centró en 58 países.

El análisis, en donde participó también la ICM, la Organización Mundial de la Salud (OMS), agentes nacionales y 30 organismos de ayuda al desarrollo, resalta que en esos 73 países se concentran el 96 % de las muertes de madres durante el parto, el 91% de bebés que nacen muertos y el 93 % de muertes de recién nacidos. Además, indica que esos 73 países sólo cuentan con el 42 % de enfermeras, doctores y matronas del mundo.

«De los objetivos de desarrollo del milenio que marcó la ONU en 2000, los más lejanos de conseguir son los que hacen referencia a la mortandad infantil y la salud de las madres», reconoció Geeta Lal, asesora del UNFPA. En este sentido, la UNFPA considera que si mejoraran los servicios de matronas sería posible reducir en dos tercios la mortandad de madres y bebés:

«Al aprender estándares internacionales y al estar dentro de un sistema de salud completamente funcional, pueden prestar cerca del 90 % de la atención fundamental para mujeres y recién nacidos y pueden reducir potencialmente en dos tercios las muertes maternas y neonatales», señala el informe. Pero para ello es necesario dar reconocimiento y estatus a una profesión «que ha sido marginada y a la que no se considera autónoma», explicó la experta.

Lal indicó que el 90 % de las matronas han seguido la vía de la enfermería, al no existir una especialidad propia, y que «en diversos países no están autorizadas durante el parto a realizar operaciones para salvar la vida» ni tampoco a recetar antibióticos o anticonvulsivos.

Con su informe, la UNFPA hace una llamada a asentar tres pilares: «educación, asociación y regulación», que den relevancia social a esta profesión. La ONU considera que la regulación de esta profesión es necesaria para asegurar el acceso universal a una matrona durante el parto.

El UNFPA, que ha invertido 1 millón de dólares en este segundo informe, dedica anualmente entre 15 y 20 millones de dólares a apoyar iniciativas relacionadas con los programas SSRMN. Como ejemplo de éxito, Lal mencionó el caso de Etiopía, que se marcó como objetivo al principio de la década tener capacitadas a 8.000 nuevas matronas en 2015 y «ya lo ha logrado».

Además, cabe destacar que otro estudio en conjunto de varios organismos especializados de Naciones Unidas y el Banco Mundial señala que, en los últimos 25 años se redujo a la mirad la mortalidad materna; desde 1990 se redujo cerca del 44 %  la mortalidad materna.

La directora general adjunta de la OMS, Flavia Bustreo, destacó que «en los últimos veinticinco años el riesgo para las mujeres de morir por causas relacionadas con el embarazo se ha reducido a prácticamente la mitad», lo que a su juicio es un progreso enorme, pero insuficiente. «Sabemos que podemos acabar prácticamente con estas muertes para el año 2030, y este es el objetivo sobre el que vamos a trabajar», aseguró. Esa meta requerirá «mucho esfuerzo», ya que los países con mayor número de muertes maternas pueden hacer pocos progresos, o incluso quedarse atrás, si en los próximos quince años no aumenta el número de matronas y de otros sanitarios con este tipo de conocimientos.

El informe de la ONU y el Banco Mundial señala que, al término de 2015, cerca del 44% de las muertes maternas habrán ocurrido en las regiones en desarrollo y que 66% corresponderán a África Subsahariana. Esa región, la más pobre del mundo, registró un descenso del 45% de mortalidad materna entre 1990 y el 2015.

El mayor progreso se registró en Asia oriental, donde se presenta una reducción del 72%. La ONU se encuentra ahora encaminada en un nuevo reto, que consiste en reducir las muertes maternas a un ratio de 70 por cada 100.000 nacidos vivos a nivel mundial, lo que requeriría triplicar el ritmo de progreso del último cuarto de década. Si esa categoría de muertes se redujo en un 2,3 % anual entre 1990 y 2015, a partir de este año y durante los próximos quince años el ritmo de mejora anual tendrá que ser del 7,5 %.

La agencia de la ONU subsana algunas lagunas en esta materia a través de su colaboración con 200 colegios para formar matronas, además de sus programas de salud sexual, reproductiva, materna y neonatal (SSRMN), por los que ya han pasado 15.000 especialistas, así como con el reciente lanzamiento de un programa de ‘e-learning’.

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